Es extraña sensación de que todo era demasiado bonito y de que en algún momento cambiaría nuestra realidad cotidiana se ha convertido en algo palpable. La crisis está con nosotros para mucho tiempo, y lo que aún es peor, la certeza de la fragilidad del ser humano.
Frente a ello tenemos nuestra capacidad de adaptación y nuestra solidaridad, formamos una sociedad de buenas personas que saldrá adelante con esto y con lo que haga falta.
Como sea.